No obstante, se ha llevado a cabo una
reforma legal que valora por igual como violación cualquier tocamiento carnal sin consentimiento. Por lo que el término abuso sexual deja de tener fuerza para calificar
todo acceso carnal sin consentimiento como agresión sexual con agravantes. El Gobierno quiere regular los delitos sexuales en base al consentimiento, dejando de un lado si hubo violencia o intimidación. Por lo que las condenas aumentarán en aquellos casos que eran considerados abusos sexuales.
Y esta lucha se ha hecho en parte gracias a las numerosas manifestaciones que se llevaron a cabo a raíz de la violación de La Manada y de las múltiples violaciones que se han cometido en estos últimos años, como el caso de violación múltiple en Manresa. Por lo que, a través de estas protestas, y las grandes aportaciones de colectivos sociales y organizaciones feministas, el Ministerio de Justicia revisó la norma y exigió el estudio por parte de una comisión de expertos, y el Gobierno ha cambiado in extremis la definición de consentimiento con la nueva ley de solo sí es sí, que ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros y está en manos del Parlamento.