Ahora, la
persona trabajadora puede optar por dos alternativas principales:
1. Adaptación del puesto de trabajo: Solicitar ajustes razonables en su
puesto actual para poder continuar desempeñando sus funciones de manera
efectiva. Estos ajustes pueden incluir modificaciones en el entorno físico,
cambios en las tareas asignadas o la provisión de equipos especiales que
faciliten su trabajo. La empresa está obligada a realizar estos ajustes siempre
que sean razonables y necesarios para mantener la capacidad de la persona para
realizar su trabajo.
2. Cambio a
otro puesto de trabajo: Si el puesto actual no puede ser adaptado o si la
persona prefiere explorar otras oportunidades laborales dentro de la misma
empresa, puede Pedir ser trasladado a otra posición libre que se ajuste a su
experiencia y sea adecuada para su condición de salud actual. Esta medida no
solo abre nuevas posibilidades de empleo para la persona trabajadora, sino que
también fortalece su integración dentro de la estructura organizativa de la
empresa.