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Ciberfraude: uno de los delitos más temidos por las empresas y entidades

El ciberfraude son aquellas estafas o delitos que se cometen en internet, desde cualquier aplicación o sitio web. Un problema que ha ido creciendo en los últimos años, como bien afirma el Ministerio de Interior que, según él, cada hora se anuncian más de 10 estafas en la red. De hecho, en el 2019 este tipo de delitos ocupa el 9,9 % del total en nuestro país, una cifra que cada año va creciendo más y más.

Aunque no es algo anecdótico en España, sino que pasa en la mayoría de países, la cibercriminalidad pisa con fuerza, ¡y la estafa es la que encabeza la lista de ciberdelitos! Durante la pandemia, este tipo de fraudes han aumentado con creces. Por este motivo, son dos las leyes que protegen a los usuarios ante cualquier delito o estafa online. Una es la Ley de Servicios de Pago y, en segundo lugar, la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.

El primer delito cibernético se llevó a cabo en el 1834, cuando un grupo de delincuentes piratearon el sistema de telégrafo francés, en el que consiguieron obtener algunos datos del mercado de valoran de aquel entonces. No obstante, este tipo de delitos no fue evidente hasta el 1970, en el que se empezaron los ataques de sistemas telefónicos en EEUU.

En los años 80, empezaron las estafas de phishing y en la década de los 90, se popularizaron los virus informáticos. Por supuesto, la aparición de las redes sociales en el 2000 provocó un aumento considerable de la ciberdelincuencia, sobre todo, del robo de datos.

Las empresas, organizaciones y gobiernos han sido los más afectados desde el 2019, sobre todo, contra pequeñas y medianas empresas. No obstante, muchos usuarios particulares, durante estos últimos años han sido víctimas de fugas de datos, robos de identidad y problemas con sus dispositivos, que causaban cargos indebidos en la tarjeta de crédito o facturas de la electricidad disparadas por culpa de delitos como el cryptojacking.

Diferentes técnicas que usan los ciberdelincuentes

Smishing

Un tipo de fraude que se realiza a través de mensajes de texto o por WhatsApp. Suelen ser mensajes que simulan promociones, ofertas o advertencias de que alguien quiere hacerse con sus datos personales. Estos mensajes van siempre acompañados de un link, en el que no debes entrar.

Pishing

Es la más común que se lleva a cabo y se ejecuta mediante correos electrónicos, que simulan ser enviados por una entidad importante, como, por ejemplo, BBVA, en el que se incluyen enlaces y sitios web que imitan a la empresa en cuestión. Cuando el usuario pone sus datos personales, el ciberdelincuente obtiene toda la información que necesitaba saber para lucrarse de este.

Pharming

A través de un malware, se redirige a los usuarios hacia versiones falsas de sitios webs, para que estos introduzcan los datos personales. Es un delito de suplantación de la identidad que va un paso más allá del pishing.

Keylogging

Este spyware lo que hace es registrar, sin que usted lo sepa, todo lo que escribe para, de esta manera, poder obtener toda la información de sus cuentas y de otros datos personales.

Sniffing

La conexión a una red WI-FI que no está protegida y que es pública, puede ser alimento para los hackers, que podrán robar tus datos a través de herramientas concretas.

Acoso cibernético

Este delito es otro de los que llevan cometiendo los delincuentes muchos años. Se refiere a todo aquel acoso que se haga en línea, como el acoso sexual, el doxing (exponer información personal sin el consentimiento de la persona), el fraping (entrar en las RRSS de alguien y realizar publicaciones falsas), etc.

Malware

Desde que internet llegó a nuestras vidas, los virus informáticos han existido. Estos malwares tienen el objetivo de entrar en los sistemas informáticos para destruir archivos, irrumpir el correcto funcionamiento del ordenador e, incluso, obtener información requerida.

Un ciberdelito que ha ido más allá con el ransomware, programas que bloquean los archivos y que piden un rescate de dinero por ellos.

Un ejemplo actual fue el de la UAB, que sufrió el pasado 11 de octubre, que afectó al sistema de virtualización en el que se alojaban gran parte de los servicios corporativos de la universidad. Así pues, dejaron de funcionar el Campus Virtual, la web oficial, los correos, etc.

Cryptojacking

En los últimos años ha sido un fraude que ha ido creciendo y del que nos gustaría hablar en el próximo blog, porque da mucho de sí. Consiste, tal y como informa el término, en entrar en un dispositivo y usarlo para poder obtener criptomonedas sin el consentimiento de la persona, entidad o empresa. Los delincuentes utilizan JavaScript para poderse cola en el dispositivo.

Penas por delitos de ciberfraude

Los delitos informáticos pueden acontecer penas de hasta varios meses de cárcel hasta seis años, así como, multas por un máximo de 24 meses. En el artículo 248 del Código Penal el delito de la estafa informática o el fraude informático aparece, sustituyendo al pasado artículo sobre el engaño personal por la manipulación informática.

1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.

2. También se consideran reos de estafa:

a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante, consigan una transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro.

b) Los que fabricaren, introdujeren, poseyeren o facilitaren programas informáticos específicamente destinados a la comisión de las estafas previstas en este artículo.

c) Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes en cualquiera de ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un tercero. ART 248 CP

Aunque hay otros artículos del CP que especifican delitos en línea:

Artículo 197: penas de uno a cuatro años de cárcel por aquellos delitos que vulneren la intimidad de otros usuarios por vía digital.

Artículo 199: penas de uno a años de cárcel, o multa de 12 a 24 meses por divulgación de información confidencial en el puesto de trabajo.

Artículo 270: la violación de propiedad intelectual acarrea penas de entre medio año y 4 años de cárcel.

¿Ha sido víctima de una ciberestafa? Si es así, le aconsejamos que se ponga en contacto con nuestro despacho de abogados, para que le podamos ayudar a conseguir todo aquello que ha perdido a causa de la ciberdelincuencia.

Si quiere que le ayudemos en algún caso judicial que tenga, no dude en ponerse en contacto con nosotros llamando al 630 70 62 27 o al 93 518 21 21, o escríbanos a montserrat.antolino@icab.cat. En ANTOLINO ADVOCATS estamos en la Vanguardia y somos especialistes en delitós cibernéticos.