¡Estas medidas contenidas en la Ley de Interinos, apuntan a garantizar que las Administraciones Públicas comiencen un reequilibrio que le dé credibilidad a la evolución de la temporalidad en el empleo público.
Con este objetivo, la Ley está inspirada en varios principios ordenadores, de los cuales destacamos la apuesta por lo público, dotando a la Administración del marco jurídico necesario para prestar con garantía y eficacia los servicios públicos.
Además, apunta a la profesionalización del modelo de empleo público, con el centro en el personal funcionario de carrera y la delimitación de los supuestos de nombramiento de personal temporal.
Lejos de eliminar la figura del personal funcionario interino, la norma apuesta por su mantenimiento, estableciendo su régimen jurídico de cara a garantizar la adecuada utilización de esta modalidad de personal y exigencia de responsabilidad de la Administración ante una inadecuada utilización de la figura de personal funcionario interino, contribuyendo también a impulsar y fortalecer una adecuada planificación de recursos humanos.