Entre las
responsabilidades del albacea se encuentran la interpretación de la voluntad
sucesoria, la ejecución de disposiciones testamentarias, el cumplimiento de
legados, la realización de inventarios, la partición y adjudicación de bienes
hereditarios, entre otras. Su labor se extiende a asegurar la conservación y
custodia de los bienes para cumplir con las directrices del testador.